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Padre: Carta de tú hija en una nueva etapa de la vida

Querido papá,

Escribo esta carta con el corazón lleno de gratitud y también con la necesidad de compartir contigo algo muy importante.

Primero, quiero agradecerte por todo lo que me has enseñado. Gracias por tu dedicación al trabajo, por tu tenacidad y por todo lo que me has proporcionado. Sé que has trabajado incansablemente para construir esta empresa desde lo que pequeña que fue al principio hasta lo grande que es hoy, me siento orgulloso de llevar tu apellido.

Sin embargo, después de mucho pensarlo, he llegado a la conclusión de que mi camino profesional al futuro no será el mismo que el tuyo. Sé que lo has notado pues en varias ocasiones me has comentado y también mi mamá me ha dicho sobre porqué estoy buscando trabajo en otro lugar, esto puede ser difícil de entender pero quiero que sepas que te respeto profundamente y que esta decisión no es una crítica a tu trabajo ni a todo lo que has logrado.

Recuerdo cuando era adolescente. Todos los fines de semana, estabas negociando y atendiendo clientes. Al final del día, mientras regresábamos a casa, me decías lo orgulloso que estabas de mí por haber aguantado tan bien la jornada. Pero en esos momentos, me di cuenta de que, aunque admiraba tu pasión por el negocio, yo no sentía lo mismo. Mientras tú hablabas entusiasmado de los nuevos clientes y los futuros negocios, yo pensaba en mis amigas, que quería jugar y en lo mucho que extrañaba estar en casa.

Durante toda mi vida, he visto cómo la empresa ha sido tu prioridad número uno. Admiro tu pasión y tu compromiso, pero también he visto los sacrificios que has hecho. Los largos horarios, la constante presión y la poca presencia en casa han dejado una huella en mí.

Al pasar tanto tiempo en el negocio los fines de semana, me llamo la atención otro comerciante que tú conocías. Él también era mayorista, pero llevaba una vida muy diferente a la nuestra. A pesar de ser exitoso en los negocios, siempre encontraba tiempo para su familia o por lo menos de eso hablaba contigo, de jugar fútbol con sus hijos y jugar con sus hijas los fines de semana, ir de vacaciones y celebrar cumpleaños. Me di cuenta de que era posible ser un empresario y al mismo tiempo tener una vida en familia pero no era lo que yo viví por mucho tiempo, aunque mi mamá siempre me explicaba que tú trabajabas por nosotros.

Aunque aprecio todo lo que me has dado, y admiro lo que has logrado, yo quiero una vida diferente. Quiero tener un equilibrio entre mi trabajo y mi vida personal. Quiero tener tiempo para mi familia, mis hijos, para mis amigos y para mis propios intereses. No quiero que mi trabajo sea mi única razón de ser.

Sé que puede ser difícil aceptar esta decisión, pero espero que con el tiempo puedas entenderla. Te quiero mucho y siempre estarás en mi corazón.

Con cariño y mucho respeto y admiración, tú hija.

Les comparto esta carta por solicitud directa del equipo Experiencias mayoristas, pero desde el anonimato para respetar y honrar lo que mi padre ha construido en el mercado, la verdad al principio no me animo mucho la idea pues debo reconocer que lo aquí escrito nunca se lo dije de esta forma a mi padre por la forma de ser que él tiene y que entiendo no comprendería bien mis razones, pero luego pensé que quizás esta carta le pudiera servir a otros padres que esperan ver a sus hijas o hijos en el negocio, pero no entienden porque “Según ellos” al hijo no le gusta trabajar y prefiere regalarle el trabajo a otros, frase que un día mi papá dijo.

 

Esposa: de un esposo que admira tú paciencia.